Manifiesto

Caminamos en consciencia, agradeciendo la experiencia de vida que recibimos y construimos. Nos reconocemos como parte del todo, con profunda aceptación, en comunión con todos los planos de la existencia y nuestro más profundo ser.

En libertad y gracia, rezando con armonía dentro y fuera, viendo al mundo como nuestro espejo, honramos el presente y potencial infinito del amor y la conciencia, en servicio y gratitud para materializar nuestros sueños; elegimos caminar con congruencia.

La humanidad está pasando por una noche oscura, donde cerca de la mitad de la población libramos batallas dentro de nuestra propia mente, cuerpo, mente y alma. Batallas que salpican en el cotidiano, en la Tierra que compartimos entre todos los seres que la habitamos.

Nuestros cuerpos y formas de vida heredaron heridas y traumas, rompimientos que se aferran a partes que dejaron de funcionar al cambio constante en la naturaleza de la totalidad; con humildad y entrega, nos disponemos a crear el espacio y tiempo donde es seguro abrirnos a sentir, abrazarnos siguiendo la guía interna que nos permite fluir en los cambios, dejando ir lo que ya no es, sosteniendo nuestra evolución individual y colectiva, cimentando el poder de entretejer, entre las dimensiones que transitamos, todos los aprendizajes y sabiduría para florecer en conjunto y en nuestra máxima expresión.

Cada ser es un universo, cada cuerpo lleva su propia guía cuando propiciamos la conexión entre lo sutil y lo denso, reconocemos la unión de la energía y la materia, recordamos nuestro poder creando la vida que soñamos, siendo parte del todo, en armonía, recibiendo los sueños que nos llaman desde lo más profundo, los verdaderos sueños que le dan forma a nuestra identidad. Entre el azar y el destino, entre los sueños y realidad hay un solo puente, la determinación.

Transformamos sueños en realidad: un santuario para cultivar la auto-maestría dentro de una comunidad, un espacio seguro que creamos en colectivo, honrando todas las áreas del ser, donde pertenecemos distintas personas encontrando la gracia del balance emocional, mental, físico y espiritual del arte del ser.

Un santuario para diseñar, practicar y sostener desiciones congruentes en hábitos de vida que se vuelven una estructura sólida y flexible para mantenernos al centro, cada quien en su camino único, haciendo alquimia para integrarnos en todas las capas de la existencia, haciendo eco a nuestra esencia divina, hallamos lo sagrado en lo mundano, desmantelando las trampas del ego, cada acto cotidiano es un ritual cuando ponemos intención, atención y cuidado.

Honrando al cuerpo-territorio que nos sostiene y nos nutre, la mente con sus creencias y habilidades, el espíritu que nos conecta con algo más grande, las relaciones que nos expanden, con todos los medios a nuestra disposición, creando un ambiente de crecimiento y autorrealización, donde sembramos y cosechamos, con integridad y congruencia el cultivo del balance y el cuidado amoroso, personal y colectivo.

Este es nuestro manifiesto, nuestra visión de un santuario donde el arte del ser se entrelaza con la alquimia de la vida en todas sus dimensiones para quienes elegimos potenciar nuestro poder de unir lo visible e invisible.